Encontrados 1192 resultados para: guerra de david

  • En su lugar surgirá otro, que enviará un exactor en el esplendor del reino; pero a los pocos días será destrozado, aunque no públicamente ni en guerra. (Daniel 11, 20)

  • Reafirmará sus fuerzas y su corazón, marchando contra el rey del sur con un gran ejército. El rey del sur se aprestará a la guerra con un ejército muy grande y muy poderoso, pero no podrá resistirle, pues se tramarán contra él conspiraciones. (Daniel 11, 25)

  • Después los israelitas volverán a buscar al Señor, su Dios, y a David, su rey, y acudirán con temor al Señor y a sus bienes en el tiempo futuro. (Oseas 3, 5)

  • Desde los días de Guibeá has pecado, Israel. ¡No han cambiado! ¿No alcanzará la guerra en Guibeá a estos malvados? (Oseas 10, 9)

  • Publicad esto entre las naciones. Declarad la guerra santa, llamad a los valientes; que vengan, que salgan todos los guerreros; (Joel 4, 9)

  • Porque esto dice el Señor, Dios: El pueblo que salía a la guerra con mil se quedará con cien; y el que salía con cien se quedará con diez. (Amós 5, 3)

  • Los que cantan a gritos al son del arpa y se inventan, como David, instrumentos de música; (Amós 6, 5)

  • En aquel día levantaré la choza caída de David, repararé sus brechas, reedificaré sus ruinas y la reconstruiré como en otros tiempos, (Amós 9, 11)

  • Visión de Abdías Esto dice el Señor sobre Edón: Hemos oído un mensaje del Señor, un heraldo ha sido enviado a decir a las naciones: "¡En pie, levantémonos y hagámosle la guerra!" (Abdías 1, 1)

  • Pero vosotros estáis contra mi pueblo, como enemigos os habéis levantado; a los pacíficos les quitáis el manto, a los que caminan confiados los tratáis como enemigos de guerra. (Miqueas 2, 8)

  • Esto dice el Señor sobre los profetas que engañan a mi pueblo; cuando tienen algo que masticar entre sus dientes, entonces gritan: "¡Paz!", pero a quien no les pone nada en la boca le declaran la guerra. (Miqueas 3, 5)

  • Él será árbitro entre pueblos numerosos, y juzgará a naciones poderosas y lejanas; ellas cambiarán sus espadas en azadas y sus lanzas en podaderas; no empuñará más la espada pueblo contra pueblo ni se adiestrarán más en la guerra. (Miqueas 4, 3)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina