Encontrados 265 resultados para: haré

  • haré de rubíes tus almenas, tus puertas de cristal, y todo tu recinto de piedras preciosas. (Isaías 54, 12)

  • Prestad oído y venid a mí; escuchad y vivirá vuestra alma. Haré con vosotros un pacto eterno, según la fiel promesa que hice a David. (Isaías 55, 3)

  • haré brotar la alabanza en sus labios. ¡Paz al que está lejos, paz al que está cerca -dice el Señor-; yo le curaré! (Isaías 57, 19)

  • No serás ya la abandonada, la maldecida de los viandantes; yo haré de ti una gloria eterna, una delicia de todas las generaciones. (Isaías 60, 15)

  • Pues yo, el Señor, amo la justicia y odio la rapiña y el crimen. Fielmente les daré su recompensa y haré con ellos un pacto eterno. (Isaías 61, 8)

  • Esto dice el Señor: Cuando se encuentra zumo en un racimo se dice: No lo destruyas, porque es una bendición. Así haré yo por amor de mis siervos: no lo destruiré todo. (Isaías 65, 8)

  • Haré salir descendencia de Jacob, y de Judá un heredero de mis montes. Sí, mis elegidos los heredarán, mis siervos morarán allí. (Isaías 65, 9)

  • así yo también me recrearé en su desgracia y haré recaer sobre ellos lo que temen; porque he llamado y nadie ha respondido, he hablado y no han escuchado. Han hecho lo que es malo a mis ojos, han elegido lo que a mí no me agrada. (Isaías 66, 4)

  • Pues esto dice el Señor: Yo haré correr por ella como un río la paz, y como un torrente desbordado la gloria de las naciones. Sus lactantes serán llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas. (Isaías 66, 12)

  • Por eso así habla el Señor, Dios todopoderoso: He aquí lo que va a ocurrir por haber afirmado tales cosas. Yo pondré mis palabras en tu boca como un fuego, y haré de este pueblo leña que él devorará. (Jeremías 5, 14)

  • Yo haré venir sobre vosotros una nación de muy lejos, oh casa de Israel -dice el Señor-; una nación invencible, una nación muy antigua, una nación cuya lengua desconoces y cuyo hablar no comprendes. (Jeremías 5, 15)

  • Y yo haré cesar en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén los gritos de júbilo y algazara, los cantos del esposo y de la esposa, porque el país se convertirá en una desolación. (Jeremías 7, 34)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina