Encontrados 321 resultados para: haz

  • Cuando te hayan sucedido todas estas señales, haz lo que se te ocurra, porque Dios está contigo. (I Samuel 10, 7)

  • Y vosotros rechazáis hoy a vuestro Dios, que os ha salvado de todas vuestras desgracias y peligros, al pedir que os ponga un rey sobre vosotros. Por tanto, presentaos ante el Señor por tribus y por clanes". (I Samuel 10, 19)

  • Un mes después, Najás, el amonita, fue a atacar a Yabés Galaad. Todas las gentes de Yabés le dijeron: "Haz un pacto con nosotros y estaremos sometidos a ti". (I Samuel 11, 1)

  • El Señor no rechazará a su pueblo por la gloria de su gran nombre, porque el Señor se ha dignado hacer de vosotros su pueblo. (I Samuel 12, 22)

  • Su escudero le respondió: "Haz lo que piensas; vamos donde quieras; estoy contigo". (I Samuel 14, 7)

  • Después dijo Saúl: "Bajemos esta noche a perseguir y a saquear a los filisteos hasta despuntar el alba sin dejar a uno vivo". Le respondieron: "Haz lo que quieras". Pero el sacerdote dijo: "Antes, consultemos a Dios". (I Samuel 14, 36)

  • Y dijo a todo Israel: "Poneos vosotros de un lado, y yo y mi hijo Jonatán nos pondremos del otro". El pueblo respondió: "Haz lo que quieras". (I Samuel 14, 40)

  • El Señor te mandó a esta expedición y te ordenó: Anda y destruye a esos pecadores amalecitas, y hazles la guerra hasta acabar con ellos. (I Samuel 15, 18)

  • La desobediencia es un pecado de magia, y la resistencia, un crimen de idolatría. Porque has rechazado la palabra del Señor, él te rechaza a ti como rey". (I Samuel 15, 23)

  • Samuel le respondió: "No volveré a estar contigo, porque has rechazado la orden del Señor y el Señor te ha rechazado a ti para que no seas rey sobre Israel". (I Samuel 15, 26)

  • El Señor dijo a Samuel: "¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, siendo así que yo lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite. Yo te envío a casa de Jesé, de Belén, porque me he elegido un rey entre sus hijos". (I Samuel 16, 1)

  • Pero los jefes de los filisteos se indignaron contra él y le dijeron: "Haz que ese hombre vuelva al lugar que le has asignado. Que no venga con nosotros a la guerra, no sea que se vuelva contra nosotros en el combate. ¿Cómo podría este hombre congraciarse con su señor, mejor que con la cabeza de nuestros hombres? (I Samuel 29, 4)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina