Encontrados 23 resultados para: lavado

  • También quedará impura cualquier cosa sobre la que caiga el cadáver de estos animales, ya sea un objeto de madera, un vestido, una piel o un saco, es decir, una cosa que sirva para algo: deberá ser lavado con agua y quedará impuro hasta la tarde; entonces será puro. (Levítico 11, 32)

  • Si, después de lavado, el sacerdote ve que la mancha no ha cambiado de aspecto, aunque no se haya extendido más, el objeto es impuro; será echado al fuego, porque está infectado por el derecho y por el revés. (Levítico 13, 55)

  • Pero si después de lavado, la mancha ha desaparecido del vestido, será lavado otra vez y quedará puro. (Levítico 13, 58)

  • Todo aquel a quien toque el paciente, sin haberse lavado previamente las manos, lavará sus vestidos, se bañará y será inmundo hasta la tarde. (Levítico 15, 11)

  • Toda vasija de barro que toque el paciente será rota, y todo recipiente de madera será lavado. (Levítico 15, 12)

  • Cualquier vestido de paño o cuero en que caiga parte del semen será lavado con agua y quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 17)

  • se vestirá la túnica de lino consagrada, se pondrá el calzón de lino, se ceñirá con cinturón de lino y cubrirá su cabeza con turbante de lino. Tales son las vestiduras sagradas que se pondrá después de haberse lavado con agua. (Levítico 16, 4)

  • el que haya tenido alguno de estos contactos, será impuro hasta la tarde; no podrá comer de las cosas santas si primero no ha lavado su cuerpo con agua. (Levítico 22, 6)

  • todo lo que puede resistir el fuego, pasadlo por el fuego, y será puro después de haber sido lavado también con el agua de purificación. Lo que no resista al fuego, lavadlo con agua. (Números 31, 23)

  • Meribaal, hijo de Saúl, fue también a recibir al rey. No se había lavado los pies y las manos, no se había arreglado el bigote ni se había lavado sus vestidos desde el día en que se había ido el rey hasta que volvió en paz. (II Samuel 19, 25)

  • raza que se tiene por pura, pero que no se ha lavado de sus inmundicias; (Proverbios 30, 12)

  • "Me he quitado ya mi túnica; ¿he de ponérmela otra vez? Me he lavado los pies; ¿los volveré a manchar?". (Cantar 5, 3)


“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina