Encontrados 54 resultados para: llamar

  • El año séptimo Yehoyadá mandó llamar a los jefes de centuria de los carios y de la escolta real y los hizo venir adonde él estaba, al templo del Señor. Hizo con ellos un pacto, y tomándoles juramento en el templo del Señor, les mostró al hijo del rey. (II Reyes 11, 4)

  • Lo mandaron llamar y vino. Jeroboán y toda la comunidad de Israel se presentaron a Roboán y le dijeron: (II Crónicas 10, 3)

  • El mensajero que había ido a llamar a Miqueas le dijo: "Mira que los profetas, todos a una, profetizan éxito al rey; haz tú como ellos y profetiza triunfo". (II Crónicas 18, 12)

  • El séptimo año Yehoyadá mandó llamar a los jefes de centuria: Azarías, hijo de Yeroján; Ismael, hijo de Yehojanán; Azarías, hijo de Oded; Maseyas, hijo de Adayas, y Elisafat, hijo de Zicrí, e hizo un pacto con ellos. (II Crónicas 23, 1)

  • Mandó llamar a los sacerdotes y a los levitas, los reunió en la plaza oriental, y (II Crónicas 29, 4)

  • Y pensaba: "Acabo de pedir la muerte; ¿por qué no llamar a mi hijo Tobías y enterarle de lo del dinero antes de morir?". (Tobías 4, 2)

  • Porque cuando todas las mujeres se enteren de lo que ha hecho la reina, despreciarán a sus maridos, diciendo: El rey mandó llamar a la reina, y ella no quiso ir. (Ester 1, 17)

  • Ésta es la razón de llamar a estos días purim, de pur". Así pues, basados en esta carta y en lo que ellos mismos habían visto y comprobado, los judíos (Ester 9, 26)

  • Al terminar los días del convite, Job les mandaba llamar para purificarlos; al día siguiente, se levantaba de madrugada y ofrecía un holocausto por cada uno de ellos. Porque pensaba: "Acaso hayan pecado mis hijos y hayan maldecido a Dios en su corazón". Así procedía Job cada vez. (Job 1, 5)

  • Al bienhechor de la ciudad, al defensor de su pueblo y al celador de la ley se atrevía a llamar traidor del orden público; (II Macabeos 4, 2)

  • Siéntate en silencio, escóndete en la sombra, hija de los caldeos, pues no se te volverá a llamar señora de los reinos. (Isaías 47, 5)

  • El rey mandó llamar a los magos, adivinos, hechiceros y astrólogos para que le explicaran su sueño. Vinieron y se presentaron al rey, (Daniel 2, 2)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina