Encontrados 252 resultados para: lucha de jacó con el ángel

  • El ángel del Señor volvió por segunda vez, le tocó y le dijo: "Levántate y come, pues te resta un camino demasiado largo para ti". (I Reyes 19, 7)

  • Pero arreció tanto la lucha aquel día, que el rey de Israel siguió firme en su carro frente a los sirios y murió al atardecer: la sangre de la herida cayó al fondo del carro. (I Reyes 22, 35)

  • Entonces el ángel del Señor dijo a Elías, el tesbita: "Anda al encuentro de los mensajeros del rey de Samaría y diles: ¿Es que no hay Dios en Israel, para que vayáis a consultar a Belcebú, dios de Ecrón? (II Reyes 1, 3)

  • El ángel del Señor dijo a Elías: "Anda con él, no le tengas miedo". Fue con él, se presentó ante el rey, (II Reyes 1, 15)

  • El rey de Moab, viendo que la lucha era demasiado recia para sus fuerzas, tomó consigo setecientos hombres que empuñaban espada para abrir una brecha contra el rey de Edón, pero no lo consiguió. (II Reyes 3, 26)

  • Y aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento de Asiria a ciento ochenta y cinco mil; y, al levantarse por la mañana, vieron que todos ellos eran cadáveres. (II Reyes 19, 35)

  • Estaba con David en Pas Damín, cuando los filisteos se reunieron allí para la lucha. Había allí un campo plantado de cebada, y el ejército huía ya delante de los filisteos; (I Crónicas 11, 13)

  • Todos estos hombres de guerra, prontos para la lucha, se reunieron en Hebrón con entusiasmo y sinceridad para proclamar a David rey de todo Israel, y los demás israelitas estaban también de acuerdo con esta proclamación real. (I Crónicas 12, 39)

  • Se reanudó la lucha con los filisteos, y Eljanán, hijo de Yaír, mató a Lajmí, hermano de Goliat de Gat, el cual llevaba una lanza cuya asta era como un enjullo de tejedor. (I Crónicas 20, 5)

  • tres años de hambre, una derrota de tres meses perseguido por tus enemigos armados de espada o tres días de peste en el país bajo la espada del Señor y el ángel del Señor haciendo estragos en todo Israel. Elige y dime qué debo responder al que me envía". (I Crónicas 21, 12)

  • Luego envió al ángel destructor a Jerusalén y, cuando ya estaba a punto de exterminarla, el Señor sintió compasión por tanta desgracia y dijo al ángel exterminador: "Basta, retira tu mano". El ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo. (I Crónicas 21, 15)

  • David levantó los ojos y vio al ángel del Señor que estaba entre la tierra y el cielo, con la espada desenvainada en su mano y vuelta hacia Jerusalén. El rey y los ancianos, vestidos de saco, cayeron con sus rostros en tierra, (I Crónicas 21, 16)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina