Encontrados 174 resultados para: oración de Tobías

  • escucha tú en el cielo su oración y súplica y hazles justicia. (II Crónicas 6, 35)

  • escucha tú en el cielo, lugar de tu morada, su oración y súplica, hazles justicia y perdona a tu pueblo los pecados cometidos contra ti. (II Crónicas 6, 39)

  • Cuando Salomón terminó su oración, bajó fuego del cielo, que consumió los holocaustos y las víctimas, y la gloria del Señor llenó el templo, (II Crónicas 7, 1)

  • se le apareció el Señor de noche y le dijo: "He escuchado tu oración y he elegido para mí este lugar como templo para mis sacrificios. (II Crónicas 7, 12)

  • Mandó con ellos a los levitas Semayas, Natanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tobadonías, y a los sacerdotes Elisamá y Jorán. (II Crónicas 17, 8)

  • Los sacerdotes y los levitas, de pie, dieron la bendición al pueblo. El Señor escuchó su voz, y su oración llegó hasta su santa morada en el cielo. (II Crónicas 30, 27)

  • En aquellos días Ezequías cayó mortalmente enfermo. Rogó al Señor, que escuchó su oración y se curó milagrosamente. (II Crónicas 32, 24)

  • Suplicó al Señor, y el Señor lo atendió, escuchó su oración y lo reintegró a su reino de Jerusalén. Manasés reconoció que el Señor era el auténtico Dios. (II Crónicas 33, 13)

  • El resto de la historia de Manasés, la oración que hizo a su Dios y las palabras de los profetas que le hablaron en nombre del Señor, Dios de Israel, están escritos en las crónicas de los reyes de Israel. (II Crónicas 33, 18)

  • Su oración y su acogida, todas sus prevaricaciones y su impiedad, los lugares en los que levantó altares y puso imágenes de Aserá e ídolos antes de su conversión, están escritos en las crónicas de Jozay. (II Crónicas 33, 19)

  • los descendientes de Delayas, de Tobías, de Necodá: seiscientos cincuenta y dos. (Esdras 2, 60)

  • Oh Señor, estén atentos tus oídos a la súplica de tu siervo y a la oración de tus servidores, que quieren ser fieles a ti. Concede éxito a tu siervo y haz que tengan buena acogida ante ese hombre". Era yo entonces copero del rey. (Nehemías 1, 11)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina