Encontrados 1389 resultados para: pecado de David

  • Y lo que es bueno, ¿ha sido muerte para mí? Nada de eso. Lo que pasa es que el pecado para demostrar que es pecado, valiéndose de lo bueno, me causó la muerte. De este modo, por medio del mandamiento, quedó plenamente demostrada la perversidad del pecado. (Romanos 7, 13)

  • Sabemos que la ley es espiritual, pero yo soy carnal, vendido como esclavo al poder del pecado. (Romanos 7, 14)

  • No soy yo el que lo hace, sino el pecado que hay en mí. (Romanos 7, 17)

  • Y si lo que no quiero, eso es lo que hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que hay en mí. (Romanos 7, 20)

  • pero veo en mi cuerpo una ley que lucha contra la ley de mi espíritu y me esclaviza a la ley del pecado que hay en mi cuerpo. (Romanos 7, 23)

  • Doy gracias a Dios por Jesucristo, nuestro Señor. Así que yo mismo con el espíritu sirvo a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado. (Romanos 7, 25)

  • Porque la ley del espíritu, que da la vida en Cristo Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. (Romanos 8, 2)

  • En efecto, lo que la ley era incapaz de hacer, debido a los bajos instintos del hombre, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo en condición semejante a la del hombre pecador, como sacrificio por el pecado y para condenar el pecado en su misma naturaleza humana. (Romanos 8, 3)

  • Y si Cristo está en vosotros, el cuerpo ciertamente está muerto por el pecado, pero el espíritu está vivo por la justicia. (Romanos 8, 10)

  • Y David dice: Que su mesa se convierta en un lazo para ellos, en trampa, en tropiezo y en castigo; (Romanos 11, 9)

  • En cambio, el que duda, si come, se siente culpable, porque no procede según la conciencia; y todo lo que no es según la conciencia es pecado. (Romanos 14, 23)

  • Huid de la lujuria. Cualquier otro pecado cometido por el hombre queda fuera del cuerpo, pero el pecado de lujuria daña al propio cuerpo. (I Corintios 6, 18)


“Deus sempre nos dá o que é melhor para nós.” São Padre Pio de Pietrelcina