Encontrados 231 resultados para: pecados

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor y no se apartó de los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel. (II Reyes 15, 28)

  • Esto sucedió contra Judá por mandato del Señor, que quería apartarlo de su presencia a causa de todos los pecados cometidos por Manasés (II Reyes 24, 3)

  • escucha tú en el cielo, lugar de tu morada, su oración y súplica, hazles justicia y perdona a tu pueblo los pecados cometidos contra ti. (II Crónicas 6, 39)

  • si este mi pueblo, el pueblo que lleva mi nombre, se humilla, reza, busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos, yo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra. (II Crónicas 7, 14)

  • y les dijeron: "No traigáis aquí a los prisioneros, pues nos haríamos culpables ante el Señor. Habláis de aumentar nuestros pecados y nuestras deudas, pero nuestra culpa es ya ciertamente enorme, y la ardiente ira del Señor amenaza a Israel". (II Crónicas 28, 13)

  • Mientras estaba asediado, el rey Acaz aumentó sus pecados contra el Señor. (II Crónicas 28, 22)

  • Los sacerdotes los mataron y derramaron su sangre sobre el altar como sacrificio por los pecados de todo Israel, pues el rey había ordenado ofrecer por todo Israel el holocausto y el sacrificio por el pecado. (II Crónicas 29, 24)

  • Que tus oídos estén atentos y tus ojos abiertos para escuchar la plegaria de tu siervo, que yo derramo ahora ante ti, día y noche, por los israelitas tus siervos, confesando los pecados que ellos han cometido contra ti. Yo mismo y la casa de mi padre hemos pecado; (Nehemías 1, 6)

  • Los de la raza de Israel se separaron de todos los extranjeros y, puestos de pie, confesaron sus pecados y las iniquidades de sus padres. (Nehemías 9, 2)

  • En pie, y cada uno en su sitio, leyeron en el libro de la ley del Señor, su Dios, durante tres horas; y durante otras tres horas confesaron sus pecados y adoraron al Señor, su Dios. (Nehemías 9, 3)

  • Sus frutos van a parar a los reyes que tú nos has impuesto por nuestros pecados y que disponen a su gusto de nosotros y de nuestro ganado. ¡Qué inmensa es nuestra angustia! (Nehemías 9, 37)

  • Y ahora, Señor, acuérdate de mí, mírame y no castigues mis pecados, mi ignorancia y la de mis padres, que pecaron contra ti. (Tobías 3, 3)


“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina