Encontrados 168 resultados para: piedras preciosas

  • y diles: Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Voy a mandar a buscar a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido y él desplegará sobre ellas su dosel. (Jeremías 43, 10)

  • Babilonia quedará hecha un montón de piedras, guarida de chacales, horror y rechifla, vacía de habitantes. (Jeremías 51, 37)

  • Ha cortado mis caminos con piedras sillares, ha cerrado mis senderos. (Lamentaciones 3, 9)

  • Precipitaron mi vida en una fosa, y tiraron piedras sobre mí. (Lamentaciones 3, 53)

  • ¡Ay, cómo se ha deslucido el oro, se ha alterado el oro tan fino! ¡Están esparcidas las piedras sagradas por las esquinas de todas las calles! (Lamentaciones 4, 1)

  • Saquearán tus riquezas, arrebatarán tus mercancías. Derruirán tus muros, demolerán tus magníficas casas, tirarán al mar tus piedras, vigas y escombros. (Ezequiel 26, 12)

  • Edón comerciaba contigo por la multitud de tus productos; pagaba tus artículos con piedras preciosas, púrpura, recamados, lino fino, corales y rubíes. (Ezequiel 27, 16)

  • Los mercaderes de Sabá y Ramá cambiaban tus artículos por los más exquisitos aromas, por oro y toda clase de piedras preciosas. (Ezequiel 27, 22)

  • En Edén, jardín de Dios, vivías. Innumerables piedras preciosas adornaban tu manto: rubí, topacio, diamante, crisólito, piedra de ónice, jaspe, zafiro, carbunclo y esmeralda; de oro era el borde de tu manto, de oro las incrustaduras, todo a punto desde el día en que fuiste creado. (Ezequiel 28, 13)

  • En su lugar venerará al dios de las fortalezas; honrará con oro, plata, piedras preciosas y joyas a un dios a quien sus padres no conocieron. (Daniel 11, 38)

  • Galaad es sólo mentira. En Guilgal inmolan toros; por eso sus altares serán reducidos a montones de piedras sobre los surcos de los campos. (Oseas 12, 12)

  • Haré de Samaría un montón de piedras en el campo, un lugar para plantar viñas. Haré rodar sus piedras en el valle, pondré al desnudo sus cimientos. (Miqueas 1, 6)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina