Encontrados 291 resultados para: puerta abierta

  • El año undécimo de Sedecías, el día nueve del cuarto mes, fue abierta una brecha en la ciudad. (Jeremías 39, 2)

  • Todos los oficiales del rey de Babilonia entraron y establecieron sus cuarteles en la puerta del medio: Nergal-Sareser, príncipe de Samgar, oficial mayor; Nebusasbán, alto dignatario, y todos los demás oficiales del rey de Babilonia. (Jeremías 39, 3)

  • Al verlos, Sedecías, rey de Judá, y todos los combatientes emprendieron la huida, saliendo de noche de la ciudad por el camino del jardín real, por la puerta situada entre los dos muros, tomando el camino de la Arabá. (Jeremías 39, 4)

  • abrieron una brecha en el muro de la ciudad, y el rey y todos los hombres de guerra salieron huyendo durante la noche por el camino de la puerta situada entre los dos muros, junto al jardín del rey -los caldeos cercaban la ciudad-, y tomaron el camino de la Arabá. (Jeremías 52, 7)

  • Los ancianos han dejado de acudir a la puerta, han dejado sus músicas los jóvenes. (Lamentaciones 5, 14)

  • Mucho mejor es ser un rey que demuestra su poder o un utensilio provechoso en una casa, del cual se sirve su dueño, que no estos falsos dioses; o una puerta en una casa, que pone en seguro cuanto hay dentro de ella, que no estos falsos dioses; o un poste de madera en un palacio, que no estos falsos dioses. (Baruc 6, 58)

  • Alargó una especie de mano, me agarró por los cabellos y el espíritu me elevó entre la tierra y el cielo y me llevó, en visiones divinas, a Jerusalén, a la entrada de la puerta interior que da al norte, allí donde estaba situado el ídolo que provoca los celos. (Ezequiel 8, 3)

  • Y me dijo: "Hijo de hombre, levanta tus ojos hacia el norte". Levanté mis ojos hacia el norte, y vi al norte de la puerta del altar el ídolo de los celos en la entrada. (Ezequiel 8, 5)

  • Y me ordenó: "Hijo de hombre, atraviesa la pared". Atravesé la pared y me encontré ante una puerta. (Ezequiel 8, 8)

  • Y por la calle de la puerta de arriba que da al norte llegaron seis hombres, cada cual con su instrumento de exterminio en la mano. En medio de ellos había un personaje, vestido de lino, con la cartera de escriba a la cintura. Entraron y se detuvieron junto al altar de bronce. (Ezequiel 9, 2)

  • Los querubines alzaron sus alas y se elevaron de la tierra ante mi vista, y las ruedas se elevaron también junto a ellos. Fueron a posarse a la entrada de la puerta oriental del templo del Señor, y la gloria del Dios de Israel estaba en alto por encima de ellos. (Ezequiel 10, 19)

  • Después el espíritu me elevó y me llevó a la puerta oriental del templo del Señor, que da a levante; allí, en la entrada de la puerta, estaban veinticinco hombres, entre los cuales vi a Yazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Banayas, jefes del pueblo. (Ezequiel 11, 1)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina