Encontrados 191 resultados para: puertas
Josué pronunció este juramento delante del Señor: "Maldito el hombre que venga a edificar esta ciudad. Pondrá los cimientos sobre su primogénito, y sobre su hijo menor levantará las puertas". (Josué 6, 26)
Ehud salió al pórtico, después de haber cerrado tras de sí las puertas de la habitación alta y haber echado el cerrojo. (Jueces 3, 23)
Después que él salió, vinieron los servidores del rey y, viendo cerradas con cerrojo las puertas de la habitación alta, se dijeron: "Sin duda está haciendo sus necesidades en la sala de verano". (Jueces 3, 24)
Esperaron hasta no saber qué pensar, pues él no abría las puertas de la sala de verano. Entonces tomaron una llave y abrieron. Su señor yacía en tierra, muerto. (Jueces 3, 25)
Se preferían dioses extranjeros; la guerra llegaba ya a las puertas; apenas se veía un escudo o una lanza entre los cuarenta mil de Israel. (Jueces 5, 8)
Al clamor de los que salen a los abrevaderos, allí se celebran las gestas del Señor, las gestas de su dominio en Israel. bajó a las puertas). (Jueces 5, 11)
Entonces Israel bajó a las puertas, el pueblo del Señor salió en su defensa con los nobles. (Jueces 5, 13)
Cuando los de Gaza supieron que Sansón estaba allí, la cercaron y estuvieron todo el día en acecho a las puertas de la ciudad. Por la noche se fueron tranquilos a sus casas diciendo: "Al venir el día lo mataremos". (Jueces 16, 2)
Sansón estuvo acostado hasta medianoche; a medianoche se levantó, cogió las dos hojas de las puertas de la ciudad, con los postes y el cerrojo, se las echó al hombro y se las llevó a la cima del monte que está frente por frente de Hebrón. (Jueces 16, 3)
Samuel siguió acostado hasta la mañana, y entonces abrió las puertas del templo del Señor. Samuel tenía miedo de contar a Elí la visión que había tenido. (I Samuel 3, 15)
Entonces los hombres de Israel y de Judá, lanzando gritos de guerra, persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón. Y muchos filisteos cayeron muertos en el camino desde Saráyim hasta Gat y Ecrón. (I Samuel 17, 52)
Anunciaron a Saúl que David había ido a Queilá. Saúl dijo: "Dios le ha entregado en mis manos, porque se ha recluido al entrar en una ciudad con puertas y cerrojos". (I Samuel 23, 7)