Encontrados 147 resultados para: real

  • Entonces se practicó una brecha en la ciudad, y todos los hombres de armas huyeron de noche por la puerta entre los dos muros que daban al jardín real, mientras los caldeos rodeaban la ciudad, y escaparon hacia la Arabá. (II Reyes 25, 4)

  • incendió el templo del Señor y el palacio real y prendió fuego a todas las casas y palacios de Jerusalén. (II Reyes 25, 9)

  • Pero el séptimo mes llegó Ismael, hijo de Netanías y nieto de Elisamá, de estirpe real, con diez hombres y mató a Godolías y a los judíos y caldeos que estaban con él en Mispá. (II Reyes 25, 25)

  • De este modo Jeconías se quitó el traje de preso y comió a la mesa real todos los días de su vida. (II Reyes 25, 29)

  • Hasta el presente estaban encargados de la puerta real, al oriente, y eran porteros en los campamentos de los hijos de Leví. (I Crónicas 9, 18)

  • Todos estos hombres de guerra, prontos para la lucha, se reunieron en Hebrón con entusiasmo y sinceridad para proclamar a David rey de todo Israel, y los demás israelitas estaban también de acuerdo con esta proclamación real. (I Crónicas 12, 39)

  • Él edificará un templo a mi nombre; será para mí un hijo y yo seré para él un padre, y afirmaré su trono real sobre Israel para siempre. (I Crónicas 22, 10)

  • Salomón decidió construir el templo del Señor y el palacio real. (II Crónicas 1, 18)

  • Y continuaba: "Bendito sea el Señor, Dios de Israel, creador del cielo y de la tierra, que ha dado al rey David un hijo sabio, entendido, sensato y prudente, que está para construir un templo al Señor y un palacio real. (II Crónicas 2, 11)

  • Cuando Salomón terminó de construir el templo del Señor y todo cuanto se había propuesto hacer en el templo y en el palacio real, (II Crónicas 7, 11)

  • Salomón construyó el templo del Señor y el palacio real en veinte años. (II Crónicas 8, 1)

  • Con las maderas el rey hizo balaustradas para el templo del Señor y para el palacio real, y cítaras y arpas para los cantores. Nunca se había visto una madera igual en el reino de Judá. (II Crónicas 9, 11)


“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina