Encontrados 634 resultados para: regreso a Egipto

  • José instaló a su padre y a sus hermanos, y les dio propiedades en Egipto, en lo mejor del país, en el distrito de Rameses, como había ordenado el Faraón. (Génesis 47, 11)

  • Por entonces no había pan en el país, pues el hambre se había agravado en extremo. Egipto y Canaán desfallecían de hambre. (Génesis 47, 13)

  • José iba reuniendo todo el dinero que había en Egipto y Canaán a cambio del grano que le compraban, y lo iba depositando en la casa del Faraón. (Génesis 47, 14)

  • En Egipto y Canaán se acabó el dinero. Todos los egipcios se llegaron a José diciéndole: "Danos pan; ¿es que vamos a morir ante tus ojos porque no tenemos ya dinero?". (Génesis 47, 15)

  • José compró así en nombre del Faraón todas las tierras de Egipto, pues los egipcios, oprimidos por el hambre, le vendieron cada uno sus fincas. (Génesis 47, 20)

  • De este modo adquirió José para el Faraón toda la tierra de Egipto, reduciendo a esclavitud a todo el pueblo del uno al otro confín de Egipto. (Génesis 47, 21)

  • José puso esta ley, todavía en vigor hoy en Egipto: dar al Faraón la quinta parte; sólo las tierras de los sacerdotes no pasarán a ser propiedad del Faraón. (Génesis 47, 26)

  • Los israelitas se establecieron en Egipto en la región de Gosen, se posesionaron de ella y crecieron y se multiplicaron en gran manera. (Génesis 47, 27)

  • Jacob vivió diecisiete años en Egipto; en total, los años de su vida fueron ciento cuarenta y siete. (Génesis 47, 28)

  • Cuando se acercaba ya para Jacob el día de su muerte, mandó llamar a su hijo José y le dijo: "Si he hallado gracia a tus ojos, pon tu mano debajo de mi muslo en señal de juramento, y prométeme que serás bueno y fiel conmigo; no me entierres en Egipto. (Génesis 47, 29)

  • Cuando me duerma con mis padres, sácame de Egipto y entiérrame en su sepultura". José respondió: "Haré como tú dices". (Génesis 47, 30)

  • Tus dos hijos, Manasés y Efraín, que te nacieron en el país de Egipto antes de que yo viniese aquí contigo, son míos: Efraín y Manasés serán míos como Rubén y Simeón. (Génesis 48, 5)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina