Encontrados 498 resultados para: respeto a los padres

  • En su lugar venerará al dios de las fortalezas; honrará con oro, plata, piedras preciosas y joyas a un dios a quien sus padres no conocieron. (Daniel 11, 38)

  • Sus padres eran justos, y habían educado a su hija conforme a la ley de Moisés. (Daniel 13, 3)

  • Ella vino acompañada de sus padres, de sus hijos y de todos sus parientes. (Daniel 13, 30)

  • Como uva en el desierto encontré yo a Israel, como breva de higuera vi a vuestros padres. Pero al llegar a Baal Fegor se consagraron a la infamia, y se hicieron despreciables como el objeto de su amor. (Oseas 9, 10)

  • Oíd esto, ancianos; escuchad, habitantes todos del país. ¿Ha sucedido algo semejante en vuestros días o en los días de vuestros padres? (Joel 1, 2)

  • Esto dice el Señor: Por tres crímenes de Judá y por cuatro no le perdonaré; por haber despreciado la ley del Señor y no haber guardado sus decretos, extraviándose por caminos falsos que recorrieron ya sus padres, (Amós 2, 4)

  • Entonces aquellos hombres cobraron un gran respeto al Señor, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas. (Jonás 1, 16)

  • Concede a Jacob tu fidelidad, tu misericordia a Abrahán, como juraste a nuestros padres desde los días de antaño. (Miqueas 7, 20)

  • ¡Señor, he conocido tu fama; Señor, tengo un gran respeto por tu obra! ¡Hazla revivir en nuestro tiempo, en nuestro tiempo dala a conocer y en la ira acuérdate de compadecerte! (Habacuc 3, 2)

  • "El Señor se irritó grandemente con vuestros padres. (Zacarías 1, 2)

  • No seáis como vuestros padres, a quienes predicaron los profetas del pasado. Esto dice el Señor todopoderoso: Convertíos de vuestra mala conducta y de vuestras malas acciones. Pero no les escucharon ni me hicieron caso a mí, palabra del Señor. (Zacarías 1, 4)

  • ¿Dónde están vuestros padres? Y los profetas, ¿vivirán siempre? (Zacarías 1, 5)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina