Encontrados 126 resultados para: rey Ezequías

  • "Señor, acuérdate, por favor, de que he caminado fielmente en tu presencia con corazón honrado, haciendo lo que es recto a tus ojos". Y Ezequías rompió a llorar copiosamente. (Isaías 38, 3)

  • "Vete a decir a Ezequías. Esto dice el Señor, Dios de tu padre David: He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas y te voy a curar. Dentro de tres días podrás subir al templo del Señor. Y te daré quince años más de vida. (Isaías 38, 5)

  • Y Ezequías preguntó: "¿Por qué señal conoceré que he de subir de nuevo al templo del Señor?". (Isaías 38, 22)

  • Cántico de Ezequías, rey de Judá, con motivo de la curación de su enfermedad. (Isaías 38, 9)

  • En aquel tiempo, Merodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, mandó cartas y un regalo a Ezequías al enterarse de su enfermedad y de su curación. (Isaías 39, 1)

  • Ezequías se alegró mucho y enseñó a los mensajeros su tesoro, la plata, el oro, los aromas, el aceite exquisito, así como su arsenal y lo que había en sus almacenes; nada quedó que Ezequías no les enseñara en su palacio y en sus posesiones. (Isaías 39, 2)

  • Entonces el profeta Isaías fue a decir al rey Ezequías: "¿Qué te han dicho esos hombres? ¿De dónde han venido?". Ezequías respondió: "Han venido de un país lejano, de Babilonia". (Isaías 39, 3)

  • Isaías replicó: "¿Qué han visto en tu palacio?". Ezequías respondió: "Han visto todo lo que hay en mi palacio; no ha quedado nada en mis almacenes que no haya enseñado". (Isaías 39, 4)

  • Isaías dijo entonces a Ezequías: "Escucha la palabra del Señor todopoderoso. (Isaías 39, 5)

  • Ezequías dijo a Isaías: "¡Bien está la palabra del Señor que has pronunciado!". Pues pensaba: "En mi vida por lo menos habrá paz y seguridad". (Isaías 39, 8)

  • Y los convertiré en objeto de horror para todos los pueblos de la tierra, a causa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por los crímenes que perpetuó en Jerusalén. (Jeremías 15, 4)

  • "Miqueas de Morasti, que profetizaba en tiempos de Ezequías, rey de Judá, dijo también a todo el pueblo de Judá: Esto dice el Señor todopoderoso: Sión será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de piedras, y el monte del templo en una selva. (Jeremías 26, 18)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina