Encontrados 139 resultados para: séptimo sello

  • el séptimo, Yesarela, sus hijos y hermanos: doce en total; (I Crónicas 25, 14)

  • Elán, el quinto; Yehojanán, el sexto; Elyoenay, el séptimo. (I Crónicas 26, 3)

  • Amiel, el sexto; Isacar, el séptimo; Pueletay, el octavo, pues Dios le había bendecido. (I Crónicas 26, 5)

  • El jefe de la séptima división, para el séptimo mes, era Jeles pelonita, descendiente de Efraín. (I Crónicas 27, 10)

  • Se reunieron en torno al rey Salomón todos los israelitas en la fiesta del séptimo mes. (II Crónicas 5, 3)

  • El veintitrés del séptimo mes Salomón despidió al pueblo, y ellos se fueron a sus casas alegres y contentos por todos los beneficios que el Señor había hecho a David, a Salomón y a su pueblo Israel. (II Crónicas 7, 10)

  • El séptimo año Yehoyadá mandó llamar a los jefes de centuria: Azarías, hijo de Yeroján; Ismael, hijo de Yehojanán; Azarías, hijo de Oded; Maseyas, hijo de Adayas, y Elisafat, hijo de Zicrí, e hizo un pacto con ellos. (II Crónicas 23, 1)

  • Yehoyadá selló un pacto entre el Señor, el pueblo y el rey, por el cual se comprometían a ser el pueblo del Señor. (II Crónicas 23, 16)

  • Comenzaron a hacer los montones en el tercer mes y terminaron en el séptimo. (II Crónicas 31, 7)

  • Y luego, de pie en el estrado, selló ante la presencia del Señor el pacto de seguir al Señor, de guardar sus mandatos, sus instrucciones y sus leyes con todo el corazón y con toda el alma y de cumplir las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro. (II Crónicas 34, 31)

  • El mes séptimo, instalados ya los israelitas en sus ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén. (Esdras 3, 1)

  • Desde el día primero del séptimo mes comenzaron a ofrecer holocaustos al Señor, aunque todavía no se habían echado los cimientos del templo del Señor. (Esdras 3, 6)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina