Encontrados 71 resultados para: salvó

  • y diles: Ésta es la orden del rey: Meted a este hombre en la cárcel y tenedlo a pan y agua, y poco de cada cosa, hasta que yo vuelva sano y salvo". (I Reyes 22, 27)

  • Miqueas repuso: "Si vuelves sano y salvo, el Señor no ha hablado por mi boca". (I Reyes 22, 28)

  • Y como el Señor no había decretado borrar el nombre de Israel de debajo del cielo, le salvó por medio de Jeroboán, hijo de Joás. (II Reyes 14, 27)

  • y decidles: Ésta es la orden del rey: Meted a este hombre en la cárcel y tenedlo a pan y agua y poco de cada cosa hasta que yo vuelva sano y salvo". (II Crónicas 18, 26)

  • Miqueas respondió: "si vuelves sano y salvo, el Señor no ha hablado por mi boca". (II Crónicas 18, 27)

  • Josafat, rey de Judá, regresó sano y salvo a su casa, a Jerusalén. (II Crónicas 19, 1)

  • Tobit exclamó: "¡Dios te conserve sano y salvo, hermano! No te molestes si he querido conocer la verdad acerca de tu familia. Eres de nuestros hermanos, de buena y noble alcurnia. Conozco a Ananías y a Natán, los dos hijos del gran Semayas. Íbamos juntos a Jerusalén, juntos rezábamos allí, y nunca se han descarriado. Tus hermanos son buenos, tu familia es noble. ¡Bienvenido seas!". Y (Tobías 5, 14)

  • Le respondió: "Deja esos pensamientos, mujer. Sano y salvo ha marchado nuestro hijo, y sano y salvo volverá, y entonces tus ojos podrán verlo con buena salud. (Tobías 5, 21)

  • Mujer, deja esas ideas; no te angusties por ellos. Un ángel bueno le acompañará; el viaje será feliz, y volverá sano y salvo". (Tobías 5, 22)

  • Tobit contestaba: "Cálmate, mujer; no te preocupes, que está bueno y salvo. Le habrá salido algún imprevisto; pero el hombre que le acompañaba es persona de confianza y uno de nuestros compatriotas. No te entristezcas, mujer, que pronto llegará". (Tobías 10, 6)

  • y lo dejó partir sano y salvo; y lo despidió así: "Adiós, hijo mío, que tengas buen viaje. Que el Dios del cielo te conceda a ti y a Sara, tu mujer, un feliz viaje, y que pueda yo ver a vuestros hijos antes de morir". (Tobías 10, 11)

  • Me ha devuelto sano y salvo, curó a mi mujer, me procuró el dinero y te ha curado a ti; ¿cuánto deberé darle?". (Tobías 12, 3)


“Reflita no que escreve, pois o Senhor vai lhe pedir contas disso.” São Padre Pio de Pietrelcina