Encontrados 11 resultados para: suministro divino

  • Levantaron el campamento, y un terror divino cayó sobre las ciudades de los alrededores, por lo que nadie persiguió a los hijos de Jacob. (Génesis 35, 5)

  • Porque a él le ha elegido el Señor, tu Dios, entre todas tus tribus para estar en su presencia, hacer el servicio divino y dar la bendición en su nombre, él y sus hijos eternamente. (Deuteronomio 18, 5)

  • Heliodoro respondió: "Si tienes alguna persona contraria y enemiga de tu gobierno, envíala allá, y la harás volver bien castigada, si es que consigue volver. En aquel lugar hay un poder divino. (II Macabeos 3, 38)

  • Y la multitud, reducida por el encanto de la obra, tiene ahora como ser divino al que poco antes tenía como hombre. (Sabiduría 14, 20)

  • Los hijos santos de los justos ofrecían sacrificios en secreto, y de común acuerdo establecieron el pacto divino de que los santos compartiesen igualmente bienes y peligros, cantando antes las alabanzas de los padres. (Sabiduría 18, 9)

  • Cuando los sacerdotes entren allí no saldrán de este lugar santo al atrio exterior sin haber dejado en él sus vestiduras litúrgicas usadas en el servicio divino, porque estas vestiduras son santas, y sin haberse puesto otras ropas para acercarse a los lugares destinados al pueblo". (Ezequiel 42, 14)

  • Como el número de los discípulos aumentaba, los griegos se quejaron contra los hebreos porque descuidaban a sus viudas en el suministro cotidiano. (Hechos 6, 1)

  • de la que fui hecho ministro según la misión que Dios me dio para bien vuestro, con el fin de dar cumplimiento a su mensaje divino, (Colosenses 1, 25)

  • que se levantará contra todo lo divino y todo lo que tenga carácter religioso, hasta llegar a sentarse en el santuario de Dios, haciéndose pasar a sí mismo por Dios. (II Tesalonicenses 2, 4)

  • a los que el poder divino asegura mediante la fe la salvación que ha de manifestarse en los últimos tiempos. (I Pedro 1, 5)

  • El poder divino nos ha otorgado todo lo necesario para la vida y la piedad, dándonos a conocer al que nos ha llamado por su propia gloria y su grandeza. (II Pedro 1, 3)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina