Encontrados 62 resultados para: vienen

  • Desde Dan se siente el relinchar de sus caballos; al grito estrepitoso de sus corceles, toda la tierra tiembla. Vienen a devorar el país y sus bienes, la ciudad y sus habitantes. (Jeremías 8, 16)

  • Vienen días -dice el Señor- en que yo visitaré a todos los circuncisos que lo sean en la carne, y no en el corazón: (Jeremías 9, 24)

  • Levanta los ojos y mira a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que te fue confiado, la grey de tu gloria? (Jeremías 13, 20)

  • Sin embargo, vienen días -dice el Señor- en que ya no se dirá: "¡Vive el Señor, que sacó a los israelitas de Egipto!", (Jeremías 16, 14)

  • Por eso vienen días -dice el Señor- en que este lugar no se llamará ya "Tofet" ni "Valle de Ben-Hinnón", sino "Valle de Matanza". (Jeremías 19, 6)

  • Vienen días -dice el Señor- en que yo suscitaré a David un vástago legítimo, que reinará como verdadero rey, con sabiduría, y ejercerá el derecho y la justicia en la tierra. (Jeremías 23, 5)

  • Vienen días -dice el Señor- en que no se dirá ya: "Vive Dios, que sacó a los israelitas de Egipto", (Jeremías 23, 7)

  • Esto dice el Señor: "Vete al atrio del templo del Señor y anuncia a todos los habitantes de las ciudades de Judá que vienen a prosternarse en el templo del Señor todo lo que yo te he ordenado decirles, sin omitir una sola palabra. (Jeremías 26, 2)

  • Porque vienen días -dice el Señor- en que haré volver a los desterrados de mi pueblo, Israel y Judá -dice el Señor-; los haré volver a la tierra que di a sus padres, y la poseerán". (Jeremías 30, 3)

  • Vienen días -dice el Señor- en que yo sembraré en la casa de Israel y en la casa de Judá simiente de hombres y simiente de animales. (Jeremías 31, 27)

  • Vienen días -dice el Señor- en que yo haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. (Jeremías 31, 31)

  • Vienen días -dice el Señor- en que será reedificada la ciudad del Señor desde la torre de Jananel hasta la puerta del Ángulo. (Jeremías 31, 38)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina