3. Las soleras eran cuarenta y cinco en total, o sea, tres filas de quince. Estaban puestas sobre las columnas y soportaban un cielo de cedro.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina