8. cuyos descendientes habían quedado después de ellos en el país y a los que los israelitas no habían exterminado, Salomón los sometió a servidumbre que dura hasta el día de hoy.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina