26. Cuando lo llevaban, encontraron a un tal Simón de Cirene que volvía del campo, y le cargaron con la cruz para que la llevara detrás de Jesús.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina