33. Después les ofrecieron comida. Pero él dijo: «No comeré hasta que no diga lo que tengo que decir.» Labán le dijo: «Habla.»





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina