19. No pocos de los que habían practicado la magia juntaron sus libros y los quemaron delante de todos. Calculado el precio de esos libros, se estimó en unas cincuenta mil monedas de plata.





“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina