3. En las calles y las azoteas. se ven cubiertos de saco; en las plazas, todos están de duelo, no se oye más que lamentaciones.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina