Levítico, 26
41. y que yo también me enfrenté con ellos y los desterré al país de sus enemigos. ¡Ojalá que se humillen los corazones incircuncisos y acepten el castigo de su maldad!
41. y que yo también me enfrenté con ellos y los desterré al país de sus enemigos. ¡Ojalá que se humillen los corazones incircuncisos y acepten el castigo de su maldad!
O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina