Sirácides (Eclesiástico), 46

12. ¡Que sus huesos reflorezcan en sus tumbas, que los hijos de esos hombres ilustres sean dignos del nombre de sus padres!

Verse im Zusammenhang mit Sirácides (Eclesiástico), 46:

Eclesiástico 46 presenta una lista de líderes y héroes bíblicos que fueron bendecidos por Dios y honrados por el pueblo de Israel. Entre ellos, destaca la figura del rey David, quien es elogiado por su coraje, sabiduría y piedad. Los siguientes versos están relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:

1 Samuel 16:13: "Entonces Samuel tomó el cuerno del aceite de oliva y lo ungió entre sus hermanos; y desde ese día en el espíritu del Señor, se apoderó de David; luego Samuel Rose, y regresó a Ramá". Este versículo se refiere a la unción de David como Rey de Israel por Samuel, mostrando cómo fue elegido por Dios para dirigir a la gente.

1 Samuel 17:45: "Entonces David le dijo al Filistino, vienes a mí con una espada, y con un tiro, y con un escudo; pero vengo a ti en el nombre del Señor de los anfitriones, el Dios de los anfitriones de Israel, a quien se hizo africano ". Este versículo describe el coraje de David para enfrentar a Goliat, mostrando cómo confiaba en Dios para ayudarlo a superar a sus enemigos.

1 Reyes 2:10-11: "Y David se acostó con sus padres, y fue enterrado en la ciudad de David. Y reinó en su lugar Solomon, su hijo, que estableció el trono del reino del Señor sobre Israel". Este versículo se refiere a la muerte de David y su sucesión para su hijo Solomon, mostrando cómo David dejó un legado duradero como un gran rey de Israel.

Salmo 51:10: "Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, y renueva en mí un espíritu heterosexual". Este versículo se refiere al Salmo 51, que tradicionalmente se atribuye a David y describe su oración de arrepentimiento después de su pecado con Bathsheba. Muestra la humildad de David y su deseo de tener un corazón puro ante Dios.

Hebreos 11:32: "¿Y qué más será? Porque faltaría el tiempo de Gideon, Barak, y Sansón, y Jephth, y David, y Samuel y Profetas". Este verso es parte de la "Galería de Fe" en Hebreos 11, que destaca figuras notables del Antiguo Testamento que vivió por la fe. David está incluido en esta lista, que muestra cómo fue reconocido como un gran héroe de la fe.