13. La familia de Natán, por su cuenta, y lo mismo sus mujeres; la familia de Leví, en su casa, y lo mismo sus mujeres; la familia de Semeí aparte y lo mismo sus mujeres.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina