Gefunden 229 Ergebnisse für: Abrahán y Sara

  • Yo se lo digo: vendrán muchos del oriente y del occidente para sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos, (Evangelio según San Mateo 8, 11)

  • Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Él no es un Dios de muertos, sino de vivos.» (Evangelio según San Mateo 22, 32)

  • Le respondieron: «Somos descendientes de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Por qué dices: "Ustedes serán libres"?» (Evangelio según San Juan 8, 33)

  • Yo sé que ustedes son descendientes de Abrahán, pero mi palabra no tiene acogida en ustedes, y por eso tratan de matarme. (Evangelio según San Juan 8, 37)

  • Ellos le cortaron la palabra: «Nuestro padre es Abrahán.» Entonces Jesús les dijo: «Si ustedes fueran hijos de Abrahán, actuarían como Abrahán. (Evangelio según San Juan 8, 39)

  • Pero viene alguien que les dice la verdad, la verdad que he aprendido de Dios, y ustedes quieren matarme. Esta no es la manera de actuar de Abrahán. (Evangelio según San Juan 8, 40)

  • Los judíos replicaron: «Ahora sabemos que eres víctima de un mal espíritu. Abrahán murió y también los profetas, ¿y tú dices: "Quien guarda mi palabra jamás probará la muerte"? (Evangelio según San Juan 8, 52)

  • ¿Eres tú más grande que nuestro padre Abrahán, que murió, lo mismo que murieron los Profetas? ¿Quién te crees?» (Evangelio según San Juan 8, 53)

  • En cuanto a Abrahán, padre de ustedes, se alegró pensando ver mi día. Lo vio y se regocijó. ». (Evangelio según San Juan 8, 56)

  • Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abrahán?» (Evangelio según San Juan 8, 57)

  • Contestó Jesús: «En verdad les digo que antes que Abrahán existiera, Yo soy.» (Evangelio según San Juan 8, 58)

  • Ustedes son los hijos de los profetas y los herederos de la alianza que Dios pactó con nuestros padres, al decir a Abrahán: A través de tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra. (Hecho de los Apóstoles 3, 25)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina