Gefunden 381 Ergebnisse für: Agua

  • Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los discípulos; y luego se los secaba con la toalla que se había atado. (Evangelio según San Juan 13, 5)

  • sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua. (Evangelio según San Juan 19, 34)

  • Apenas Pedro oyó decir que era el Señor, se puso la ropa, pues estaba sin nada, y se echó al agua. Los otros discípulos llegaron con la barca -de hecho, no estaban lejos, a unos cien metros de la orilla; arrastraban la red llena de peces. (Evangelio según San Juan 21, 8)

  • Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días.» (Hecho de los Apóstoles 1, 5)

  • Siguiendo el camino llegaron a un lugar donde había agua. El etíope dijo: «Aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?» ( (Hecho de los Apóstoles 8, 36)

  • Entonces hizo parar su carro. Bajaron ambos al agua y Felipe bautizó al eunuco (Hecho de los Apóstoles 8, 38)

  • Apenas salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y el etíope no volvió a verlo. Prosiguió, pues, su camino con el corazón lleno de gozo. (Hecho de los Apóstoles 8, 39)

  • Entonces Pedro dijo: «¿Podemos acaso negarles el agua y no bautizar a quienes han recibido el Espíritu Santo como nosotros?» (Hecho de los Apóstoles 10, 47)

  • Entonces me acordé de la palabra del Señor, que dijo: "Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo." (Hecho de los Apóstoles 11, 16)

  • El temporal era tan violento que al día siguiente tuvieron que arrojar al agua parte del cargamento. (Hecho de los Apóstoles 27, 18)

  • Midieron la profundidad del agua, y era de treinta y siete metros. Poco después la midieron de nuevo, y era de veintisiete metros. (Hecho de los Apóstoles 27, 28)

  • Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron caer al agua. (Hecho de los Apóstoles 27, 32)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina