Gefunden 942 Ergebnisse für: Ciudad

  • Después quemaron la ciudad y todo lo que había en ella, dejando la plata, el oro y los objetos de bronce y de hierro, que depositaron entre las cosas preciosas del Santuario de Yavé. (Josué 6, 24)

  • Josué había despachado a algunos hombres desde Jericó a Hay, vecino a Betaven, al este de la ciudad de Betel, y les dijo: «Vayan y reconozcan la tierra.» (Josué 7, 2)

  • Los exploradores le dijeron a su regreso: «No es necesario que se movilice todo el ejército; unos dos o tres mil hombres son suficientes para conquistar la ciudad. Es inútil cansar a todo el pueblo, pues esa gente es poco numerosa.» (Josué 7, 3)

  • Así, pues, unos tres mil combatientes atacaron Hay, pero fueron rechazados por los defensores de la ciudad. (Josué 7, 4)

  • Luego Yavé dijo a Josué: «No temas ni te acobardes. Marcha con todos tus guerreros contra la ciudad de Hay. Entregaré en tus manos a su rey y a su pueblo, la ciudad y su territorio. (Josué 8, 1)

  • Los tratarás como trataste a Jericó y su rey, pero ustedes podrán adueñarse del botín y de todos los animales. Ahora bien, prepara una emboscada detrás de la ciudad.» (Josué 8, 2)

  • Les había dado esta orden: «Ustedes se emboscarán detrás de la ciudad. No se alejen y estén listos. (Josué 8, 4)

  • Yo y toda la gente que está conmigo, nos acercaremos a la ciudad. Pero, cuando ellos nos salgan al encuentro, como sucedió recién, huiremos ante ellos. (Josué 8, 5)

  • Ellos entonces nos perseguirán y se alejarán de la ciudad, pensando que huimos como la vez anterior. (Josué 8, 6)

  • En ese momento ustedes se levantarán de donde están escondidos y ocuparán la ciudad. (Josué 8, 7)

  • Yavé, nuestro Dios, se la entregará. Después de tomar la ciudad, ustedes la quemarán, según lo mandó Yavé. Estas son mis órdenes.» (Josué 8, 8)

  • Así los envió Josué y ellos fueron al lugar de la emboscada, quedándose entre Betel y Hay, al oeste de la ciudad, mientras Josué dormía esa noche en medio de toda su gente. (Josué 8, 9)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina