Gefunden 141 Ergebnisse für: Derecho

  • No tuerzas el derecho del pobre en su pleito. (Exodo 23, 6)

  • Anda derecho en su presencia y hazle caso: no le seas rebelde. Sepas que no perdonará tus faltas, pues en él está mi Nombre. (Exodo 23, 21)

  • Harás asimismo tablones de madera de acacia para la Morada, cada uno de los cuales estará derecho; (Exodo 26, 15)

  • Con esto Aarón y sus hijos recibirán para siempre el derecho a cobrar este tributo de los hijos de Israel. Es el tributo que les presentarán los hijos de Israel en todos los sacrificios de comunión que presenten a Yavé. (Exodo 29, 28)

  • Ustedes darán también al sacerdote el pernil derecho de la víctima de omunión. (Levítico 7, 32)

  • El pernil derecho será de aquel hijo de Aarón que haya ofrecido la sangre y la grasa del sacrificio de comunión. (Levítico 7, 33)

  • Yo quito a los hijos de Israel, de sus sacrificios de comunión, el pecho que fue mecido y el pernil que fue puesto aparte, para dárselos al sacerdote Aarón y a sus hijos. Este será para siempre derecho suyo entre los hijos de Israel. (Levítico 7, 34)

  • Moisés lo sacrificó y, tomando su sangre, mojó el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, el pulgar de su mano derecha y el pie derecho. (Levítico 8, 23)

  • Después pidió que se acercaran los hijos de Aarón, les untó con la sangre el lóbulo de la oreja derecha, el pulgar de su mano derecha y el pie derecho. Y derramó la sangre en el altar y en su derredor. (Levítico 8, 24)

  • Luego tomó la grasa, el rabo, la grasa que cubre las entrañas, la que queda junto al hígado, los dos riñones con su grasa y el pernil derecho. (Levítico 8, 25)

  • Sacó del canastillo de los panes sin levadura que estaba ante Yavé un pan ázimo, una torta de pan amasada en aceite y otra torta, y las puso sobre la grasa y el pernil derecho. (Levítico 8, 26)

  • Aarón meció los pechos y el pernil derecho como ofrenda mecida ante Yavé, conforme Moisés había ordenado. (Levítico 9, 21)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina