Gefunden 42 Ergebnisse für: Grasa

  • Con sus propias manos llevará lo sacrificado por el fuego para Yavé, o sea, la grasa junto con el pecho, y el pecho será mecido ante Yavé. (Levítico 7, 30)

  • El sacerdote quemará la grasa sobre el altar; el pecho será para Aarón y sus hijos. (Levítico 7, 31)

  • El pernil derecho será de aquel hijo de Aarón que haya ofrecido la sangre y la grasa del sacrificio de comunión. (Levítico 7, 33)

  • Moisés tomó luego toda la grasa que cubre las entrañas, el hígado y los dos riñones con su grasa y la quemó sobre el altar. (Levítico 8, 16)

  • Luego tomó la grasa, el rabo, la grasa que cubre las entrañas, la que queda junto al hígado, los dos riñones con su grasa y el pernil derecho. (Levítico 8, 25)

  • Sacó del canastillo de los panes sin levadura que estaba ante Yavé un pan ázimo, una torta de pan amasada en aceite y otra torta, y las puso sobre la grasa y el pernil derecho. (Levítico 8, 26)

  • Quemó luego la grasa sobre el altar junto con los riñones y la telilla del hígado de la víctima por el pecado, como Yavé había mandado a Moisés, (Levítico 9, 10)

  • En cuanto a las grasas del ternero y del carnero, el rabo, la grasa que cubre las entrañas, los riñones y la telilla del hígado, (Levítico 9, 19)

  • Pero no harás el rescate del primerizo de vaca, de oveja ni de cabra, porque están consagrados. Derramarás más bien su sangre sobre el altar, y harás quemar su grasa como sacrificio por el fuego de agradable aroma para Yavé. (Números 18, 17)

  • la crema de la vaca y la leche de las ovejas. la grasa de los corderos, y la flor de los granos de trigo. tuvo por bebida el jugo de la uva. (Deuteronomio 32, 14)

  • los que comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus ofrendas? ¡Que se levanten y los salven a ustedes!, ¡sean ellos su amparo y refugio! (Deuteronomio 32, 38)

  • Incluso el puño penetró con la hoja y se cerró la grasa en torno a la hoja, pues no se la sacó del vientre. (Jueces 3, 22)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina