Gefunden 102 Ergebnisse für: Lot

  • Estos tomaron el camino de Galilea y sitiaron la ciudad de Masalot, en la región de Arbeles. La tomaron y mataron a muchos hombres. (1 Macabeos 9, 2)

  • Después de tres años llegó a los hombres de Judas la noticia de que Demetrio, hijo de Seleuco, había desembarcado en Trípoli con una gran flota y un poderoso ejército, (2 Macabeos 14, 1)

  • porque el borracho y el glotón se empobrecen, y el holgazán irá vestido de harapos. (Proverbios 23, 21)

  • El hombre malo que explota a los pobres es como una lluvia devastadora que deja sin pan. (Proverbios 28, 3)

  • Por eso fueron heridos de ceguera como les había ocurrido a los habitantes de Sodoma frente a la puerta de Lot, el justo: se encontraron en la oscuridad y cada uno tuvo que buscar, a tientas, su propia puerta. (Sabiduría 19, 17)

  • No perdonó a la ciudad donde vivía Lot: odiaba a esos orgullosos. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 8)

  • Una buena esposa es como el premio mayor de la lotería, le tocará en suerte al que teme al Señor. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 3)

  • Come lo que se te presenta como un hombre educado y no como un glotón, lo que te haría odioso. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 16)

  • Un estómago liviano produce un sueño sano; uno se levanta temprano y con la cabeza despejada. En cambio el insomnio, los vómitos y las diarreas esperan al hombre glotón. (Sirácides (Eclesiástico) 31, 20)

  • te enrollará como una pelotao y te hará rodar hacia una tierra lejana. Allí morirás y allí pararán tus carrozas famosas, tú que deshonras la casa de tu amo, (Isaías 22, 18)

  • Entonces, si llamas a Yavé, responderá. Cuando lo llames, dirá: «Aquí estoy.» Si en tu casa no hay más gente explotada, si apartas el gesto amenazante y las palabras perversas; (Isaías 58, 9)

  • Los habitantes de Sidón y de Arvad eran tus remeros, pero los pilotos eran tus peritos; (Ezequiel 27, 8)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina