Gefunden 559 Ergebnisse für: Muerte

  • Respondió Abdías: «¿Qué pecado he hecho para que me entregues en manos de Ajab? ¿Acaso quieres mi muerte? (1 Reyes 18, 9)

  • Ajab contó a Jezabel todo lo que había hecho Elías y cómo había dado muerte a cuchillo a todos los profetas de Baal. (1 Reyes 19, 1)

  • Caminó por el desierto todo un día y se sentó bajo un árbol. Allí deseó la muerte y se dijo: «Ya basta, Yavé. Toma mi vida, pues yo voy a morir como mis padres.» (1 Reyes 19, 4)

  • El respondió: «Ardo de amor celoso por Yavé, Dios de los Ejércitos, porque los israelitas te han abandonado, derribando tus altares y dando muerte a tus profetas. Sólo quedo yo, y quieren matarme.» (1 Reyes 19, 14)

  • Al instante el hombre se quitó el pañuelo de la cara, y el rey de Israel lo reconoció como uno de los profetas. El dijo al rey: «Así dice Yavé: Porque has dejado escapar a un hombre que yo destinaba a la muerte, tu vida pagará por la suya y tu pueblo por su pueblo.» El rey volvió a su casa, en Samaria, triste y enojado. (1 Reyes 20, 41)

  • Ahora, pues, Yavé puso la mentira en la boca de tus profetas que están aquí, porque él ha decidido tu muerte.» (1 Reyes 22, 23)

  • Después de la muerte de Ajab, Moab se rebeló contra Israel. (2 Reyes 1, 1)

  • Se la trajeron. Eliseo fue al manantial de las aguas y arrojó en ellas la sal con estas palabras: «Así dice Yavé: Yo he sanado estas aguas; de aquí no saldrá más muerte o enfermedad.» (2 Reyes 2, 21)

  • pero a la muerte de Ajab, el rey de Moab se rebeló contra el de Israel. (2 Reyes 3, 5)

  • Al leer la carta el rey, rasgó sus vestidos para manifestar su indignación: «Yo no soy Dios para dar muerte o vida. ¡Y el rey de Aram me manda a este hombre para que lo sane! Reconozcan y vean que busca pretextos de guerra.» (2 Reyes 5, 7)

  • Cuando estuvo en Samaria, Jehú dio muerte a todos los sobrevivientes del partido de Ajab que vivían en aquella ciudad; no dejó a ninguno con vida. Así se cumplió la palabra que Yavé había dicho por boca de Elías. (2 Reyes 10, 17)

  • Cuando Eliseo enfermó del mal que lo llevó a la muerte, bajo donde él Joás, rey de Israel, y lloró sobre su rostro, diciendo: «¡Padre mío, padre mío, carro y caballos de Israel!» (2 Reyes 13, 14)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina