Gefunden 351 Ergebnisse für: Santo

  • Por eso, el que no haga caso de estas advertencias desobedece, no a un hombre, sino al mismo Dios, que les da a ustedes su Espíritu Santo. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 8)

  • Saluden a todos los hermanos con el beso santo. (1º Carta a los Tesalonicenses 5, 26)

  • Conserva el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros. (2º Carta a Timoteo 1, 14)

  • Si alguno, pues, trata de no cometer las faltas de que hablo, será como vajilla noble: será santo, útil al Señor, apropiado para toda obra buena. (2º Carta a Timoteo 2, 21)

  • no se fijó en lo bueno que hubiéramos hecho, sino que tuvo misericordia de nosotros y nos salvó. En el bautismo volvimos a nacer y fuimos renovados por el Espíritu Santo (Carta a Tito 3, 5)

  • Escuchemos lo que dice el Espíritu Santo: Ojalá escuchen hoy la voz del Señor; (Carta a los Hebreos 3, 7)

  • De todas maneras, es imposible renovar a los que ya fueron iluminados, que probaron el don sobrenatural y recibieron el Espíritu Santo, (Carta a los Hebreos 6, 4)

  • Así había de ser nuestro Sumo Sacerdote: santo, sin ningún defecto ni pecado, apartado del mundo de los pecadores y elevado por encima de los cielos. (Carta a los Hebreos 7, 26)

  • Una primera habitación fue destinada para el candelabro y la mesa con los panes ofrecidos; esta parte se llama el Lugar Santo. (Carta a los Hebreos 9, 2)

  • Nos lo declara el Espíritu Santo. Después de decir: (Carta a los Hebreos 10, 15)

  • Estaban preparando lo que mantiene a los ángeles en suspenso, y que ahora les ha sido anunciado por los evangelizadores de ustedes, al mismo tiempo que el Espíritu Santo les era enviado desde el cielo. Y les fue revelado que todo esto sería, no para ellos, sino para ustedes. (1º Carta de Pedro 1, 12)

  • Si es santo el que los llamó, también ustedes han de ser santos en toda su conducta, (1º Carta de Pedro 1, 15)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina