Gefunden 35 Ergebnisse für: Supieron

  • Todos los jefes del ejército y sus hombres supieron que el rey de Babilonia había puesto por gobernador a Godolías y fueron donde él a Mizpá: Ismael, hijo de Netanías, Jojanán, hijo de Careaj; Seraías, hijo de Tanjumet el netofita; Jazanías, hijo de Macati, ellos y sus hombres. (2 Reyes 25, 23)

  • Todos los habitantes de Jabés de Galaad supieron lo que los filisteos habían hecho con Saúl, (1 Crónicas 10, 11)

  • Cuando los filisteos supieron que David había sido ungido rey sobre todo Israel, subieron todos a buscarlo. David se enteró y les salió al paso. (1 Crónicas 14, 8)

  • El terror de Yavé cayó sobre todos los países vecinos cuando supieron que él había vencido a los enemigos de Israel. (2 Crónicas 20, 29)

  • Cuando supieron los enemigos de Judá y de Benjamín que los que habían vuelto del destierro estaban edificando el santuario de Yavé, Dios de Israel, (Esdras 4, 1)

  • Pero en Jerusalén, Sambalat, el joronita, y Tobías, el servidor amonita, supieron de mi llegada y les disgustó que alguien viniera a ayudar a los israelitas. (Nehemías 2, 10)

  • Luego regresé a la casa. Los consejeros no supieron dónde había ido ni lo que había hecho. Hasta este momento no les había dicho nada a los judíos, ni a los consejeros, ni a los sacerdotes, ni a los notables, ni a ninguno de los que tenían un cargo público. (Nehemías 2, 16)

  • Cuando nuestros enemigos supieron que estábamos avisados, Dios quiso que se desbarataran sus planes, y todos volvimos a la muralla, cada cual a su trabajo. (Nehemías 4, 9)

  • Sambalat, Tobías, el árabe, Guesem y los demás enemigos nuestros supieron que yo había levantado nuevamente la muralla de Jerusalén. No quedaba ningún hoyo, aunque todavía no se habían puesto las puertas. (Nehemías 6, 1)

  • Cuando nuestros enemigos y los pueblos vecinos lo supieron, tuvieron miedo y se acobardaron. Tuvieron que reconocer en eso la obra de Dios. (Nehemías 6, 16)

  • Cuando los israelitas del territorio de Judá supieron que Holofernes, jefe supremo del ejército de Nabucodonosor, rey de Asiria, había despojado a los pueblos vecinos y destruido sus santuarios, (Judit 4, 1)

  • Cuando lo supieron los que estaban en el campamento, se conmovieron, (Judit 15, 1)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina