Gefunden 146 Ergebnisse für: cara

  • No ha vuelto a surgir en Israel profeta semejante a Moisés. Con él, Yavé había tratado cara a cara. (Deuteronomio 34, 10)

  • Gedeón comprendió que era el Angel de Yavé y dijo: «¡Pobre de mí, Señor Yavé! He visto al Angel de Yavé cara a cara.» (Jueces 6, 22)

  • Despidiéndose, ella dijo: «Ojalá merezca yo tu favor.» Y volviéndose por donde había venido, se sentó a la mesa y comió, y ya no tenía la misma cara de antes. (1 Samuel 1, 18)

  • David salió también de la caverna detrás de él y lo llamó: «¡Oh rey, mi señor!» Saúl se volvió para mirar y vio que David estaba inclinado hasta tocar el polvo con su cara. (1 Samuel 24, 9)

  • Ella respondió: «El que sube es un anciano envuelto en un manto.» Saúl comprendió que era Samuel, y se postró hasta tocar el suelo con su cara. (1 Samuel 28, 14)

  • Llegando al lado de David, Mipibaal, hijo de Jonatán y nieto de Saúl, se inclinó hasta tocar el suelo con su cara. David dijo: «Mipibaal.» (2 Samuel 9, 6)

  • La mujer fue, pues, a ver al rey, se inclinó hasta tocar el suelo con su cara y dijo: «Ayúdame, rey.» (2 Samuel 14, 4)

  • Elías al oírlo se tapó la cara con su manto, salió de la cueva y se paró a su entrada. Y nuevamente se le preguntó: «¿Qué haces aquí, Elías?» (1 Reyes 19, 13)

  • Entonces el profeta se fue y, disfrazándose la cara con un pañuelo, se puso a esperar al rey en el camino. (1 Reyes 20, 38)

  • Al instante el hombre se quitó el pañuelo de la cara, y el rey de Israel lo reconoció como uno de los profetas. El dijo al rey: «Así dice Yavé: Porque has dejado escapar a un hombre que yo destinaba a la muerte, tu vida pagará por la suya y tu pueblo por su pueblo.» El rey volvió a su casa, en Samaria, triste y enojado. (1 Reyes 20, 41)

  • Ajab, pues, se fue a su casa triste y enojado por la respuesta de Nabot, que quería guardar la herencia de sus padres. Se acostó sin querer comer y con la cara hacia la pared. (1 Reyes 21, 4)

  • Eliseo dijo a Guejazí: «Prepárate, toma mi bastón y vete. Si te encuentras con alguien, no te detengas a saludarlo, y si alguien te saluda, no le respondas. Y apenas llegues pondrás mi bastón sobre la cara del niño.» (2 Reyes 4, 29)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina