Gefunden 701 Ergebnisse für: castigo de Egipto

  • Caín dijo a Yavé: «Mi castigo es más grande de lo que puedo soportar. (Génesis 4, 13)

  • En el país hubo hambre, y Abram bajó a Egipto a pasar allí ún tiempo, pues el hambre abrumaba el país. (Génesis 12, 10)

  • Estando ya para entrar en Egipto, dijo a Saray, su esposa: «Estoy pensando que eres una mujer hermosa. (Génesis 12, 11)

  • Efectivamente, cuando Abram entró en Egipto, los egipcios notaron que la mujer era muy hermosa. (Génesis 12, 14)

  • Abram, pues, salió de Egipto con su mujer y todo lo suyo, subiendo al Negueb; también Lot estaba con él. (Génesis 13, 1)

  • Lot miró y vio toda la llanura del Jordán, que era toda ella de regadío. Pues antes de que Yavé destruyera Sodoma y Gomorra, era como un jardín de Yavé, como el pais de Egipto viniendo de Soar. (Génesis 13, 10)

  • Al amanecer los ángeles apuraron a Lot diciéndole: «Date prisa, toma a tu esposa y a tus dos hijas y márchate, no sea que te alcance el castigo de esta ciudad.» (Génesis 19, 15)

  • Sus descendientes permanecieron en la región que se extiende desde Havilá hasta Sur, frente a Egipto, en dirección a Asur. Se mantienen a distancia de todos sus hermanos. (Génesis 25, 18)

  • Se le apareció Yavé y le dijo: «No bajes a Egipto, quédate en la tierra que yo te diga. (Génesis 26, 2)

  • Se sentaron para comer, cuando alzando los ojos, vieron una caravana de ismaelitas que venía de Galaad, con sus camellos cargados de bálsamo, mirra y otras especias que llevaban a Egipto. (Génesis 37, 25)

  • y al pasar unos madianitas, que eran mercaderes, sacaron a José del pozo. Lo vendieron a los madianitas por veinte monedas de plata, y éstos llevaron a José a Egipto. (Génesis 37, 28)

  • Entretanto los madianitas llegaron a Egipto y vendieron a José a Putifar, funcionario del palacio de Faraón y capitán de la guardia. (Génesis 37, 36)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina