Gefunden 46 Ergebnisse für: catorce

  • En el año catorce del rey Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas. (Isaías 36, 1)

  • Era el comienzo del año vigésimo quinto de nuestro exilio; el diez del mes, catorce años después de la caída de la ciudad; ese día la mano de Yavé se posó sobre mí y me llevó. (Ezequiel 40, 1)

  • Me hizo entrar en el vestíbulo de la Casa y midió sus pilares, cinco codos tanto a un lado como al otro. El ancho de la puerta era de catorce codos, y sus lados, de tres codos. (Ezequiel 40, 48)

  • El gran zócalo tiene catorce codos de largo por catorce de ancho (el pequeño zócalo tiene seis codos de largo y seis de ancho) sobre su basamento de un codo, más el borde en derredor. Los peldaños quedan al lado este. (Ezequiel 43, 17)

  • El día catorce del primer mes será para ustedes la fiesta de Pascua; durante siete días comerán pan sin levadura. (Ezequiel 45, 21)

  • De modo que fueron catorce las generaciones desde Abrahán a David; otras catorce desde David hasta la deportación a Babilonia, y catorce más desde esta deportación hasta el nacimiento de Cristo. (Evangelio según San Mateo 1, 17)

  • Hacía ya catorce noches que éramos arrastrados a la deriva por el mar Adriático, cuando hacia la medianoche los marineros presintieron la proximidad de tierra. (Hecho de los Apóstoles 27, 27)

  • Como aún no amanecía, Pablo los invitó a que se alimentaran, diciéndoles: «Hace catorce días que no tomamos nada; no hacemos más que esperar y permanecemos en ayunas. (Hecho de los Apóstoles 27, 33)

  • Sé de un cierto creyente, el cual hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo. Si fue con el cuerpo o fuera del cuerpo, eso no lo sé, lo sabe Dios. (2º Carta a los Corintios 12, 2)

  • Después de catorce años subí de nuevo a Jerusalén con Bernabé, llevando a Tito con nosotros. (Carta a los Gálatas 2, 1)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina