Gefunden 49 Ergebnisse für: destrucción de las cosechas

  • pero si faltan cinco justos para llegar a los cincuenta, ¿destruirás la ciudad por esos cinco que faltan?» Yavé respondió: «No habrá destrucción si encuentro allí cuarenta y cinco hombres justos.» (Génesis 18, 28)

  • Durante los siete años de abundancia hubo grandes cosechas. (Génesis 41, 47)

  • «Di a los israelitas: Cuando hayan entrado en la tierra que yo les doy, y ya hagan cosechas, llevarán al sacerdote la primera gavilla, o sea, las primicias de su cosecha; (Levítico 23, 10)

  • cuanto más años quedan, mayor será el precio; cuantos menos años queden, tanto menor será, porque lo que él vende es el número de cosechas. (Levítico 25, 16)

  • Te amará, te bendecirá y te multiplicará. Te concederá numerosos hijos y cosechas abundantes: trigo, vino y aceite; multiplicará las crías de tus vacas y de tus ovejas en la tierra que prometió a tus padres para ti. (Deuteronomio 7, 13)

  • Cada tres años separarás el diezmo de todas las cosechas del año, pero lo guardarás en tu ciudad. (Deuteronomio 14, 28)

  • Siete días durará esta fiesta en honor a Yavé, en el lugar elegido por él; pues Yavé te bendecirá en todas tus cosechas y en toda obra de tus manos, así que te darás todo a la alegría. (Deuteronomio 16, 15)

  • El tercer año, año del diezmo, cuando hayas acabado de separar el diezmo de todas tus cosechas y se lo hayas dado al levita, al forastero, a la viuda y al huérfano, para que lo coman en tu misma ciudad hasta saciarse, (Deuteronomio 26, 12)

  • Devorará las crías de tus ganados y los frutos de tus cosechas, para que así perezcas, pues no te dejará trigo, ni vino, ni aceite, ni las crías de tus vacas y de tus ovejas, hasta acabar contigo. (Deuteronomio 28, 51)

  • la tierra generosa y las cosechas abundantes! ¡Descienda sobre la cabeza de José la bendición del que se apareció en la zarza, pues es el elegido entre sus hermanos! (Deuteronomio 33, 16)

  • Saúl y su gente dejaron con vida a Agag y lo mejor de sus rebaños y ganados, vacunos y corderos gordos; en una palabra, no quisieron condenar a la destrucción nada de lo bueno que había. En cambio sacrificaron lo que no servía o carecía de valor.Entonces Yavé dirigió su palabra a Samuel y le dijo: (1 Samuel 15, 9)

  • Y sólo yo iba a Jerusalén con frecuencia para participar en las fiestas, como está ordenado a todo Israel por decreto eterno. Apenas cobraba las primeras crías, los diezmos de las cosechas y las primicias del esquileo de las ovejas, acudía a Jerusalén (Tobías 1, 6)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina