Gefunden 149 Ergebnisse für: errores del pasado
La sabiduría tiene más poder que las armas: pero bastan los errores de una sola persona para destruir mucho bien. (Eclesiastés (Qohelet) 9, 18)
¿Busca alguien vastos conocimientos? La Sabiduría conoce las cosas del pasado y prevé el porvenir; sabe interpretar los discursos y resolver los enigmas, anuncia de antemano las señales de la naturaleza y los prodigios, el fin de las épocas y de los tiempos. (Sabiduría 8, 8)
Cuando se acordaban de todo lo que les había pasado, sentían una pena doble. (Sabiduría 11, 12)
Una justa fatalidad los impulsó a esta medida extrema y les hizo olvidar todo lo que había pasado: era necesario que nuevos tormentos colmaran la medida de su castigo. (Sabiduría 19, 4)
Muchos dictadores han sido destronados y la corona ha pasado al que nadie esperaba. (Sirácides (Eclesiástico) 11, 5)
El que confiesa sus errores evita sus consecuencias. (Sirácides (Eclesiástico) 20, 3)
Porque de otro modo repetiría mis errores, se reproducirían mis pecados y caería en manos de mis adversarios para alegría de mis enemigos. (Sirácides (Eclesiástico) 23, 3)
Feliz también el hombre que vive con una mujer juiciosa; que no ara con un burro y un buey juntos; que no ha cometido errores al hablar; que no sirve a un patrón indigno de él. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 8)
Pero allí donde se encontraba la angustia, desaparecerá la noche. En el pasado casi aniquiló al país de Zabulón y al país de Neftalí, pero en el futuro se llenará de gloria la carretera del mar, más allá del Jordán, en la región de los paganos. (Isaías 8, 23)
Aram por el este y los filisteos por el oeste, que devoran a Israel a dentelladas. Ni con esto se le ha pasado el enojo, y su mano sigue amenazando. (Isaías 9, 13)
Por eso el Señor no tendrá compasión de sus jóvenes, y tratará sin piedad a sus huérfanos y viudas. Todo este pueblo es hipocrita y perverso, y no tienen en la boca más que estupideces. Ni con eso se le ha pasado el enojo, y su mano sigue amenazante. (Isaías 9, 18)
Manasés se come a Efraím, Efraím a Manasés, y ambos se lanzan contra Judá. Ni con eso se le ha pasado el enojo, y su mano sigue amenazante. (Isaías 9, 22)