Gefunden 148 Ergebnisse für: juicio final

  • Nacimos por pura casualidad, y cuando lleguemos al final será como si no hubiésemos existido. Nuestro soplo vital no es más que el vapor de nuestro aliento; nuestro pensamiento salta como una chispa del latido de nuestro corazón. (Sabiduría 2, 2)

  • Nos considera unos degenerados, creería mancharse si actuara como nosotros. Habla de una felicidad para los justos al final y se vanagloría de tener a Dios por padre. (Sabiduría 2, 16)

  • Y si mueren jóvenes, será sin esperanza: la espera del juicio no les servirá de consuelo. (Sabiduría 3, 18)

  • En el día del juicio, los hijos nacidos de uniones culpables testimoniarán en contra del pecado de sus padres. (Sabiduría 4, 6)

  • Este es al que tomábamos para la risa, el objeto de nuestras bromas: ¡qué imbéciles éramos! Su vida nos parecía una locura, su muerte nos pareció el fracaso final. (Sabiduría 5, 4)

  • ¡Habían llegado muy lejos por los caminos del error, tomando como dioses a los animales más feos y más despreciables! Se habían dejado engañar como niños sin juicio. (Sabiduría 12, 24)

  • pero no comprendieron esos benignos reproches, así que merecían experimentar el juicio de Dios. (Sabiduría 12, 26)

  • Incluso cuando fieras feroces se apoderaron furiosamente de los tuyos y cuando éstos sucumbieron por la mordedura de serpientes venenosas, tu cólera no duró hasta el final. (Sabiduría 16, 5)

  • El hombre paciente soportará todo el tiempo que sea necesario, al final se le concederá la alegría; se retendrá de hablar hasta el momento preciso, todos entonces reconocerán su valor. (Sirácides (Eclesiástico) 1, 23)

  • Apégate al Señor, no te apartes de él; si actúas así, arribarás a buen puerto al final de tus días. (Sirácides (Eclesiástico) 2, 3)

  • El que la escucha tendrá un juicio acertado, el que le obedece estará seguro. (Sirácides (Eclesiástico) 4, 15)

  • No proclames feliz a nadie, mientras la persona no esté muerta: la conocerás sólo al final. (Sirácides (Eclesiástico) 11, 28)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina