Gefunden 437 Ergebnisse für: lista de siervos del templo

  • Los hijos de Gad y de Rubén contestaron: «Lo que Yavé ha dicho a tus siervos lo haremos. (Números 32, 31)

  • Acuérdate de tus siervos Abrahán, Isaac y Jacob y olvida que este pueblo es pesado, malo y pecador. (Deuteronomio 9, 27)

  • Solamente lo comerás delante de Yavé, en el lugar que Yavé haya elegido, y contigo tus hijos, tus siervos y siervas; estarás de fiesta delante de Yavé, tu Dios, comiendo el fruto de tu trabajo. (Deuteronomio 12, 18)

  • Porque Yavé hará justicia a su pueblo y se apiadará de sus siervos, cuando vea que su fuerza se agota, que no queda ya ni hombre libre ni esclavo. (Deuteronomio 32, 36)

  • ¡Que los cielos festejen a su pueblo! ¡Hijos de Dios, póstrense ante él! Porque él venga la sangre de sus siervos y devuelve la venganza a sus adversarios, mientras purifica la tierra de su pueblo.» (Deuteronomio 32, 43)

  • Viene a continuación la lista de los reyes que los israelitas vencieron y cuyo territorio conquistaron al otro lado del Jordán, desde el río Arnón hasta el cerro Hermón con toda la Arabá del este. (Josué 12, 1)

  • «Es nuestro hermano.» Le dieron, pues, setenta monedas de plata del templo de Baal-Berit, con las que Abimelec contrató a hombres malvados y aventureros que marcharon con él. (Jueces 9, 4)

  • Un día salieron éstos al campo a vendimiar sus viñas, pisaron las uvas, hicieron fiestas y entraron en el templo de su dios, donde comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec. (Jueces 9, 27)

  • Al saberlo, los habitantes de la torre de Siquem se metieron en el subterráneo del templo de El-Berit. (Jueces 9, 46)

  • Verán a sus rivales bendiciendo a Israel desde el Templo, y ellos no llegarán a ancianos. (1 Samuel 2, 32)

  • Aún no estaba apagada la lámpara de Dios, y Samuel estaba acostado en el Templo de Yavé, donde se encontraba el Arca de Dios. (1 Samuel 3, 3)

  • Allí la pusieron en el templo de Dagón, colocándola junto al ídolo de Dagón. (1 Samuel 5, 2)


“A maior alegria de um pai é que os filhos se amem, formem um só coração e uma só alma. Não fostes vós que me escolhestes, mas o pai celeste que, na minha primeira missa, me fez ver todos os filhos que me confiava”.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina