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El que pecó y que cometió un delito, tendrá que devolver lo que robó o quitó a la fuerza o lo que guardó del depósito o de la cosa perdida que encontró (Levítico 5, 23)
De esta manera quedará perdonada tanto la comunidad de los israelitas como el extranjero que vive en medio de ellos, ya que el pueblo pecó por inadvertencia. (Números 15, 26)
Israel pecó y aun violaron mi alianza; han tomado de lo destinado al anatema y lo han robado, colocándolo luego a escondidas entre su equipaje. (Josué 7, 11)
Yo los reprendí y los maldije, hice azotar a algunos de ellos y arrancarles los cabellos y los hice jurar en nombre de Yavé: «No deben casar a sus hijas con los hijos de ellos, ni tomar ninguna de sus hijas por esposas; ni ustedes ni los hijos de ustedes. ¿No pecó en esto Salomón, rey de Israel? (Nehemías 13, 25)
¡Viva el Señor, que me protegió en mi empresa! Mi cara no encantó a ese hombre sino para perderlo, ya que no pecó conmigo; no me manchó ni me deshonró.» (Judit 13, 16)
En todo esto no pecó Job ni dijo nada insensato en contra de Dios. (Job 1, 22)
Pero él le dijo: «Hablas como una tonta cualquiera. Si aceptamos de Dios lo bueno, ¿por qué no aceptaremos también lo malo?» En todo esto no pecó Job con sus palabras. (Job 2, 10)
¡Feliz el hombre que no pecó con sus palabras y que no arrastra el pesar por sus faltas! (Sirácides (Eclesiástico) 14, 1)
Quien multiplica los juramentos acumula las transgresiones: el castigo no se alejará de su casa. Si falta a ellos por negligencia, ya pecó; si lo hace conscientemente, es doble pecado. El que hizo un juramento falso no será perdonado: su casa se llenará de desgracias (Sirácides (Eclesiástico) 23, 11)
En primer lugar desobedeció a la ley del Altísimo, luego pecó contra su marido, y en tercer lugar se manchó con un adulterio, teniendo hijos de un extraño. (Sirácides (Eclesiástico) 23, 23)
Ya pecó tu primer padre, y después se han rebelado tus portavoces; (Isaías 43, 27)
Su conducta descarada ha sido una deshonra para todo el país, pues ella también pecó con dioses de piedra y de madera. (Jeremías 3, 9)