Gefunden 43 Ergebnisse für: plagas divinas

  • Te herirá Yavé con las úlceras y plagas de Egipto, con tumores, sarna y tiña, de las que no podrás sanar. (Deuteronomio 28, 27)

  • él te castigará, a ti y a tus descendientes, con plagas asombrosas, plagas grandes y duraderas, enfermedades malignas e incurables. (Deuteronomio 28, 59)

  • Hará caer sobre ti todas las plagas de Egipto, a las que tanto miedo tenías; y se apegarán a ti. (Deuteronomio 28, 60)

  • Más todavía, todas las enfermedades y plagas que no se mencionan en este libro de la Ley, te las mandará Yavé hasta aniquilarte. (Deuteronomio 28, 61)

  • aquellas grandes plagas que ustedes mismos presenciaron, aquellos prodigios y señales. (Deuteronomio 29, 2)

  • Las generaciones futuras, los que nacerán después de ustedes, el extranjero llegado de un país lejano, verán las plagas de esta tierra y las enfermedades con que Yavé la castigará, (Deuteronomio 29, 21)

  • Descargaré mis plagas sobre ellos y agotaré en ellos mis dardos. (Deuteronomio 32, 23)

  • «Ordena a los sacerdotes que llevan el Arca de las Palabras divinas, que salgan del Jordán.» (Josué 4, 16)

  • Cuando los hijos de Israel terminaron de conquistar el territorio, instalaron en Silo la Tienda de las Declaraciones divinas y celebraron ahí una asamblea. (Josué 18, 1)

  • Estas son las posesiones que Eleazar, el sacerdote, Josué, hijo de Nun, y los jefes de las familias de las tribus de los hijos de Israel distribuyeron por suerte en Silo, delante de Yavé, a la entrada de la Tienda de las Declaraciones divinas. Así terminaron la distribución del país. (Josué 19, 51)

  • Pobres de nosotros. Nunca nos había sucedido hasta ahora una desgracia semejante. ¿Quién nos librará de las manos de esos poderosos dioses? Estos son los dioses que castigaron a Egipto con toda clase de plagas. Arriba, filisteos; (1 Samuel 4, 8)

  • Pero no endurezcan sus corazones, como los endurecieron los egipcios y el faraón. ¿No tuvieron que dejar partir a Israel, después que Dios los castigó con varias plagas? (1 Samuel 6, 6)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina