Gefunden 574 Ergebnisse für: tiempo

  • Vayan y griten a los dioses que ustedes han elegido: a ver si los salvan en el tiempo que les va mal.» (Jueces 10, 14)

  • Ellos no sabían que esto venía de Yavé, que buscaba un pretexto contra los filisteos, pues por aquel tiempo los filisteos dominaban a Israel. (Jueces 14, 4)

  • Algún tiempo después, volvió para tomarla y dio un rodeo para ver el cadáver del león: se encontró con que en el cadáver del león había un enjambre de abejas con miel. (Jueces 14, 8)

  • Algún tiempo después, por los días de la siega del trigo, fue Sansón a visitar a su esposa, llevando un cabrito, y dijo: «Quiero estar con mi mujer en nuestra pieza.» (Jueces 15, 1)

  • Pues, en aquel tiempo, no había rey en Israel y cada uno hacía lo que mejor le parecía. (Jueces 17, 6)

  • Por aquel tiempo no había rey en Israel y la tribu de Dan buscaba un territorio donde habitar, pues hasta aquel día no le había tocado heredad entre las tribus de Israel. (Jueces 18, 1)

  • En aquel tiempo aún no había rey en Israel. Un levita que residía como forastero en los confines de los cerros de Efraím tomó por concubina a una mujer de Belén de Judá. (Jueces 19, 1)

  • Al poco tiempo falleció Elimelec, y Noemí quedó sola con sus dos hijos. (Rut 1, 3)

  • Cuando dejó de amamantarlo, se lo llevó para presentarlo en la Casa de Yavé, en Silo; y al mismo tiempo trajo un novillo de tres años, una medida de harina y un cántaro de vino. (1 Samuel 1, 24)

  • Los dejaré cerca del altar para que se llenen de envidia, pero todos morirán antes de tiempo. (1 Samuel 2, 33)

  • El niño Samuel estaba al servicio de Yavé y vivía junto a Helí. En aquel tiempo raras veces se oía la palabra de Yavé. Las visiones no eran frecuentes. (1 Samuel 3, 1)

  • Ellos respondieron: «Si quieren devolver el Arca, no se la devuelvan así no más, sino que ofrezcan, al mismo tiempo, un sacrificio de reparación. Así recobrarán ustedes la salud y sabrán por qué Dios los castigó tanto.» (1 Samuel 6, 3)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina