Gefunden 997 Ergebnisse für: David y Seba

  • Irritóse mucho Saúl y le disgustó el suceso, pues decía: «Dan miríadas a David y a mí millares; sólo le falta ser rey.» (I Samuel 18, 8)

  • Y desde aquel día en adelante miraba Saúl a David con ojos de envidia. (I Samuel 18, 9)

  • Al día siguiente se apoderó de Saúl un espíritu malo de Dios y deliraba en medio de la casa; David tocaba como otras veces. Tenía Saúl la lanza en la mano. (I Samuel 18, 10)

  • Blandió Saúl la lanza y dijo: «Voy a clavar a David en la pared.» Pero David le esquivó dos veces. (I Samuel 18, 11)

  • Temía Saúl a David porque Yahveh estaba con David y de Saúl se había apartado (I Samuel 18, 12)

  • David ejecutaba con éxito todas sus empresas y Yahveh estaba con él. (I Samuel 18, 14)

  • Todo Israel y Judá quería a David, pues salía y entraba a la cabeza de ellos. (I Samuel 18, 16)

  • Dijo Saúl a David: «Voy a darte por mujer a mi hija mayor Merab, tan sólo con que me seas valeroso y luches las batallas de Yahveh.» Saúl se había dicho: «Que no muera por mi mano, sino por mano de los filisteos.» (I Samuel 18, 17)

  • Dijo David a Saúl: «¿Quién soy yo y cuál es mi linaje, la casa de mi padre en Israel, para ser yerno del rey?» (I Samuel 18, 18)

  • Pero cuando llegó el tiempo de entregar a Merab, la hija de Saúl, a David, fue entregada a Adriel de Mejolá. (I Samuel 18, 19)

  • Mikal, hija de Saúl, se enamoró de David; se lo dijeron a Saúl y le agradó la noticia. (I Samuel 18, 20)

  • Dijo Saúl: «Se la entregaré, pero será para él un lazo, pues caerá sobre él la mano de los filisteos.» (Saúl, pues, dijo dos veces a David: «Ahora serás mi yerno.») (I Samuel 18, 21)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina