Gefunden 49 Ergebnisse für: Jueces

  • Cuando Samuel se hizo viejo, puso a sus hijos como jueces en Israel. (I Samuel 8, 1)

  • En todo el tiempo que he caminado entre todos los israelitas ¿he dicho acaso a uno de los jueces de Israel a los que mandé que apacentaran a mi pueblo Israel: "¿Por qué no me edificáis una casa de cedro?" (II Samuel 7, 7)

  • en el tiempo en que instituí jueces en mi pueblo Israel; le daré paz con todos sus enemigos. Yahveh te anuncia que Yahveh te edificará una casa. (II Samuel 7, 11)

  • No se había celebrado una Pascua como está desde los días de los Jueces que habían juzgado a Israel, ni en los días de los reyes de Israel y de los reyes de Judá. (II Reyes 23, 22)

  • En todo el tiempo que he ido de un lado para otro con todo Israel, ¿he dicho acaso a alguno de los Jueces de Israel, a los que mandé me apacentaran a mi pueblo: Por qué no me edificáis una Casa de cedro? (I Crónicas 17, 6)

  • y como en los días en que instituí Jueces sobre mi pueblo Israel. Someteré a todos tus enemigos. Yahveh te anuncia que Yahveh te edificará una casa. (I Crónicas 17, 10)

  • De éstos, 24.000 estaban al frente del servicio de la Casa de Yahveh; 6.000 eran escribas y jueces, (I Crónicas 23, 4)

  • De los yisharitas: Kenanías y sus hijos administraban como escribas y jueces los negocios exteriores de Israel. (I Crónicas 26, 29)

  • Salomón habló a todo Israel, a los jefes de millar y de cien, a los jueces y a todos los jefes de todo Israel, cabezas de casas paternas. (II Crónicas 1, 2)

  • Estableció jueces en el país, en todas las ciudades fortificadas de Judá, de ciudad en ciudad; (II Crónicas 19, 5)

  • y dijo a los jueces: «Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en nombre de los hombres, sino en nombre de Yahveh, que está con vosotros cuando administráis justicia. (II Crónicas 19, 6)

  • Rejum el gobernador, Simsay el secretario y demás colegas; los jueces y los legados, funcionarios persas; las gentes de Uruk, de Babilonia y de Susa - es decir los elamitas - (Esdras 4, 9)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina